GLADIUS  (44)
ISSN-L: 0436-029X, eISSN: 1988-4168
https://doi.org/10.3989/gladius.2024.389

Una propuesta de línea temporal para el Bellum Neronis

A timeline proposal about the Bellum Neronis

 
CONTENIDO

El Bellum Neronis, también conocido como Bellum Vindicis,1Tac. Hist. 1.70; 2.27. que comenzó en la primavera del año 68, supuso el final de Nerón y de la dinastía Julio-Claudia. El escenario de este conflicto fue las Galias, donde el gobernador de la Lugdunense, Cayo Julio Vindex, consiguió los suficientes apoyos de los primores Galliarum como para iniciar el movimiento que, meses más tarde, el 8 de junio de ese año, llevaría a Galba a vestir la púrpura, una vez que el Senado declaró «enemigo de la patria» a Nerón, quien optó por el suicidio antes que someterse al escarnio público2Suet. Nero 49.2-4..

El objetivo de este artículo es presentar una línea temporal de este conflicto a partir de las referencias que encontramos en las fuentes clásicas. Si bien la información con la que contamos es muy escasa y, en ocasiones, contradictoria, su lectura crítica nos ha permitido hacer una propuesta de su desarrollo desde el momento en que empezó a gestarse en las Galias hasta la muerte de su líder.

EL PRELUDIO DEL BELLUM NERONIS3Para la sucesión de los acontecimientos se han tenido en cuenta a Suetonio (Nero 40-49; Gal. 9-11), Plutarco (Galb. 4-10) y Casio Dion (63.22-29), principalmente. Las fechas que se proponen son aproximadas, algunas de ellas se basan en los cálculos de distancias recorridas por los correos imperiales propuestos por Ramsay (1925): 100 – 150 millas (148 – 222 km) en una jornada de 24 horas, en el caso de mensajes urgentes.

 

NERÓN EN NEAPOLIS (NÁPOLES): 19-23 DE MARZO DE 68

 

El deseo de Nerón por convertirse en el gran vencedor de los grandes juegos griegos le llevó a iniciar un viaje a Grecia en otoño del año 66, dejando el gobierno de Roma en manos de sus libertos capitaneados por Helio4Dio 63.12; 63.18.2.. Un año después, este liberto le envío varios mensajes en los que le rogaba que regresase lo antes posible, y al no obtener respuesta alguna decidió viajar a Grecia a finales del año 67 para comunicarle en persona que una gran conspiración se estaba preparando contra él5Suet. Nero 23.1; Dio 63.19.1.. El resultado fue que Nerón abandonó la escena griega para dirigirse a Italia, a donde llegó antes del 1 de diciembre (Bradley, 1978Bradley, K. R. (1978): «The Chronology of Nero’s Visit to Greece A. D. 66/67». Latomus, 37: 61-72.: 72) o bien a comienzos de este mes (Schumann, 1930Schumann, G. (1930): Hellenistische und griechische Elemente in der Regierung Neros. Leipzig, Schwarzenberg & Schumann.: 67). Pero no fue a Roma, sino a Neapolis, es allí donde recibió la noticia de que una sublevación se había iniciado en las Galias, era finales de marzo del año 68.

Este primer dato cronológico sobre el Bellum Neronis plantea algunos problemas de interpretación. Es Suetonio quien refiere que se enteró de la sublevación en el aniversario de la muerte de su madre, y eso nos sitúa en el festival en honor a Minerva que se celebraba en Nápoles entre los días 19 y el 23 de marzo6Suet. Nero 40.4; cfr. Dio. 63.26.1. La muerte de Agripina tuvo lugar en el año 59 en el trascurso de este festival, al que fue invitada por Nerón (Tac. Ann. 14.4; Suet. Nero, 34.2).. Para Levick (1985Levick, B. M. (1985): «L. Verginius Rufus and the Four Emperors». Rheinisches Museum für Philologie, 127: 318-346.: 325, n. 36) el asesinato tendría lugar la noche del 19 al 20, ya que presupone que Agripina llegaría allí el primer día de la fiesta; Murison (1993Murison, Ch. L. (1993): Galba, Otho and Vitellius: Careers and Controversies. Hildesheim, Olms.: 5), por su parte, opta por la noche del 23 al 24, apoyándose en el relato que hace Tácito de su muerte, que, ciertamente, no aporta ninguna precisión cronológica, ya que el historiador tan solo relata el viaje de regreso de Agripina a su villa de Bauli (Bácoli) en la bahía de Nápoles y el fallido plan de Nerón para matar a su madre que tenía como protagonista una nave manipulada7Tac. Ann. 14.5.. Visto así, no hay indicios suficientes para precisar cuándo murió Agripina y, en consecuencia, cuándo Nerón recibió la noticia de la sublevación gala. Aun así, no faltan quienes hacen cálculos sobre el comienzo de este movimiento a partir de una referencia cronológica que no es muy precisa. Le Roux (1994Le Roux, P. (1994): «Mai 68 en Gaule», M.-M.Mactoux y É.Geny (eds.), Mélanges Pierre Lévêque 8, Religion, anthropologie et société. Paris, Les Belles Lettres: 259-274.: 264), por ejemplo, parte de un viaje de cuatro o cinco días desde Lugdunum (Lyon), aunque desconocemos si el correo fue por tierra o por mar a partir de Massilia (Marsella) o Narbo (Narbona). Al tratarse de un mensaje urgente, es factible la duración indicada por Le Roux, que situaría el inicio de la rebelión entre los días 14 y 18 de marzo. Levick (1985Levick, B. M. (1985): «L. Verginius Rufus and the Four Emperors». Rheinisches Museum für Philologie, 127: 318-346.: 325, n. 36) propone una fecha que no iría más allá del 14 de marzo; y Hainsworth (1962Hainsworth, J. B. (1962): «Verginius and Vindex». Historia, 11: 86-96.: 87), sin ningún indicio, afirma que no sería inverosímil imaginar que Vindex eligió la fecha simbólica de los Idus de marzo para iniciar su movimiento. Shotter (1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 64) propone en torno al 11 de marzo porque sitúa la muerte de Agripina el 19 y parte de una duración de viaje entre ocho y nueve días, a partir de las propuestas de duración de viajes de Ramsay (1925Ramsay, A. M. (1925): «The Speed of the Roman Imperial Post». The Journal of Roman Studies, 15: 60-74. 10.2307/295601: 63-66).

Si bien para estos cálculos todos ellos han tenido en cuenta la distancia que un correo urgente podría recorrer en un determinado periodo de tiempo, han obviado el objetivo que se persigue al utilizar como referencia cronológica el aniversario de la muerte de Agripina. No es una casualidad que Nerón recibiese la noticia de la revuelta de Vindex en ese momento, porque la finalidad de quien así lo determinó, Suetonio o sus fuentes, fue presentar la sublevación que supuso el inicio del fin de Nerón como un castigo de los dioses por el matricidio cometido años antes. De manera que, si se ha puesto en duda la fecha simbólica de los Idus de marzo, también tendríamos que poner en duda esta. El único testimonio que deberíamos tener en cuenta es el de Flavio Josefo, quien afirma que la noticia de la sublevación llega a Palestina a finales del invierno, es decir, a finales de marzo, de manera que el levantamiento se iniciaría en algún momento de la primera mitad de este mes o incluso mucho antes, ya que el estado del mar en invierno ralentizaba los viajes hasta dos meses8Jos. BJ 4.440-442. Ejemplos de esta demora en función del estado del mar en Ramsay 1925: 69-71..

LOS PREPARATIVOS DE CAYO JULIO VINDEX EN EL AÑO 67

 

Casio Dion y Filóstrato hacen referencia al clima de desorden que se inició en la Galia mientras Nerón estaba en Grecia,9Dio 63.22.1a; Philostr. VA 5.10. este dato, de ser cierto, nos sitúa en el año 67, ya que Nerón no llegó a Italia hasta finales de este año. Además, concuerda con los mensajes que le envío Helio para que regresase y con el viaje de este liberto a Grecia a finales de este año para advertirle de que se estaba organizando una conspiración contra él10Vid. n. 4.. Por lo tanto, parece evidente que la sublevación se habría organizado meses antes, seguramente aprovechando la excelente ocasión que a los insurrectos les brindaba la estancia del emperador en Grecia. Su cabecilla, Cayo Julio Vindex, actuaría de común acuerdo con las elites galas romanizadas, entre las que se encontraban los duces Galliarum Décimo Valerio Asiático, legado de Galia Bélgica, Flavo y Rufino11Tac. Hist. 2.94. No sabemos nada de ninguno de ellos, que formarían parte de οἱ δυνατοὶ τῶν ἐπιχωρίων mencionados por Flavio Josefo (BJ 4.440).. El punto de partida pudo ser el concilium Galliarum trium que se celebraba anualmente en las calendas de agosto en la confluencia del Ródano y el Saona, en Lugdunum. Aunque la función principal de este concilium era rendir culto a Roma et Augustus, el hecho de que en un mismo día y lugar se reuniesen los principales viri de las tres Galias,12Los primores Galliarum a los que se refiere Tácito en varias ocasiones (Ann. 11.23; Hist. 4.54). otorgaba a este consejo un cierto papel político, y lo convertía en una excelente ocasión para discutir sobre la gestión de los gobernadores y sus agentes, y formular alguna que otra reivindicación13Una evidencia es la defensa que a comienzos del siglo III hizo Tito Sennio Solemne, sacerdote de Roma y Augusto, del gobernador de la Lugdunense, Claudio Paulino, frente a las acusaciones de los miembros de este consejo (CIL XIII, 3162; ILTG 341; Aregenua – Vieux). Sobre esta inscripción, vid. Pflaum 1948. De la asamblea provincial partió la petición a Claudio de extender a la aristocracia gala el ius honorum (Tac. Ann. 11.23-25).. Era, en definitiva, un órgano desde el que se gestionarían peticiones de interés para las tres Galias, principalmente para sus aristocracias locales14En relación con las funciones de este organismo, vid. Jullian, 1921: 443-446; Drinkwater, 1983: 111-114.. La sesión de agosto de 67 pudo ser una buena ocasión para mostrar un descontento generalizado. Quizá a partir de este momento Vindex, apoyado por un número bastante representativo de las elites galas, inició una intensa actividad diplomática para conseguir apoyos dentro y fuera de las Galias.

Sus alocuciones y misivas le granjearon la adhesión de los líderes galos, fundamental para iniciar la rebelión y conseguir el ejército de cien mil hombres al que se refiere Plutarco15Esta cifra de Plutarco (Galb. 4.3) es algo exagerada, sobre todo si tenemos en cuenta que en la batalla de Vesontium (Besançon) Tácito dice que todo su ejército fue aniquilado (Hist. 1.51) y el mismo Plutarco puntualiza que allí perdió 20.000 hombres (Galb. 6.3) (Brunt, 1959: 532). Con todo, tal y como afirma Syme (1991: 514), el número sería elevado, al contar con la adhesión de otros líderes galos y sus correspondientes clientes y siervos.. En su cruzada contó con el apoyo de los arvernos de Aquitania, su lugar de origen; de los eduos de la Lugdunense y de los secuanos de Galia Bélgica; en la narbonense secundó su causa la colonia de Vienna (Vienne)16Tac. Hist. 1.51; 1.65; 4.17.; y es posible que en el norte tuviese el apoyo de los bátavos17Así lo deduce Shotter (1975: 62) a partir de Tácito, quien refiere que Fonteyo Capitón, gobernador de Germania inferior, mató a un líder bátavo, Claudio Paulo, y envío a otro, Julio Civilis, con cadenas a Nerón (Tac. Hist. 4.13).. Sin embargo, una de las ciudades más importantes de las Galias se declaró del lado de Nerón, Lugdunum, con su cohorte y su taller monetario; tampoco contó con el soporte de lingones y tréveros, asentados en Galia Bélgica18Tac. Hist. 1.65; 1.51; 1.53; 4.69.. Llama la atención que la capital de la provincia de la que Vindex era gobernador no le secundase, y no creemos que la explicación sean los cuatro millones de sestercios que esta ciudad recibió de Nerón tras el incendio sufrido en el invierno de 64–6519Tac. Ann. 16.13.. La causa pudo ser la vieja enemistad de esta ciudad con su vecina Vienna, que sí le apoyaba, y que se remontaba a la primavera del año 44 a. C., cuando un grupo de colonos fue expulsado de Vienna por los alóbrogues; con estos colonos Lucio Munacio Planco fundó un año después Lugdunum en un excelente ubicación, en la confluencia del Ródano y el Saona20Str. 4.11; Sen. Epist. 91.14; Dio 46.50.4..

Mientras que el movimiento se extendía hasta Aquitania y contaba con el apoyo también de la Narbonense,21Suet. Gal. 9.2. Un indicio del apoyo de la Narbonense es el cargo de praefectus orae maritimae Hispaniae citerioris Galliae Narbonensis, creado bello qu[od] Imp(erator) G[a]lba pro [rep(ublica)] gessit (Reynolds – Ward Perkins, 1952, nº 537), para estar al frente de la flota que vigilaría el arco costero formado por estas dos provincias frente a la flota de Misenum (Miseno) o posibles desembarcos de tropas de Nerón. la parte oriental de las Galias, que no lo secundaba, quedaba abierta al avance de las legiones del Rin, la mayor concentración de tropas del Imperio, a las que, por su cercanía, les correspondía sofocar la rebelión.

VINDEX Y GALBA

 

Para que su causa triunfase, Vindex precisaba también del apoyo de las provincias vecinas militarizadas o, por lo menos, de su neutralidad. Por esa razón, antes de iniciar cualquier movimiento de tropas, sondearía cómo estaban los ánimos en estas provincias con el fin de conocer qué gobernadores se sumarían a su iniciativa o no intervendrían. Ese fue el objetivo de las cartas que les envió, entre ellos a Galba, por entonces gobernador de la Hispania citerior. Y procedió así, según Plutarco, antes de que la rebelión fuese descubierta22Plut. Galb. 4.4.. Esta correspondencia de Vindex, que se podría situar a finales de verano y comienzos de otoño del año 67, marcaría el inicio de la llegada de los primeros rumores dignos de crédito, que llevaron a Helio a enviar mensajes a Nerón, que estaba en Acaya, e incluso a viajar hasta allí a finales de este año. La situación era alarmante y Nerón regresó a Roma. Lo hizo como lo hace un general cuando regresa victorioso del campo de batalla, solo que en este caso el campo de batalla de Nerón había sido la escena de los teatros griegos23Suet. Nero 25.. Es posible que tras esta demostración de poder se escondiese la necesidad de afirmarse como emperador de Roma, en un momento en el que los aires de revuelta en las Galias, y seguramente también en Roma, le estaban mostrando que estaba perdiendo el tan necesario consensus. Además, todavía no había conseguido tener el hijo que le garantizaría la continuidad de su dinastía.

Cuando los rumores se convirtieron en una realidad, Suetonio, que presenta una imagen desfavorable de Nerón, asegura que la noticia de la sublevación en las Galias fue recibida por el emperador con absoluta apatía e indiferencia, y que este tardó ocho días en enviar una carta al Senado en la que le instaba a que le vengaran a él y al Estado. De momento siguió en Neapolis, pero ante la sucesión de noticias alarmantes no tardó en regresar a Roma,24Suet. Nero 41. seguramente a comienzos de abril estaría ya en la capital. Al llegar, lo primero que hizo fue convocar en su palacio a los primores viri, una forma muy inteligente de proceder y que Suetonio intenta descalificar apostillando que la reunión fue breve y que después les llevó a ver unos órganos hidráulicos25Suet. Nero 41.2. Lo mismo encontramos en Casio Dion, aquí Nerón reúne a los πρώτους τῶν βουλευτῶν καὶ τῶν ἱππέων, no para debatir sobre temas políticos, sino para comunicarles que había descubierto como un órgano de agua podía producir tonos más fuertes y musicales (63.26.4-5).. Y no se queda ahí el biógrafo de los Césares, que adereza todo el relato con alusiones a las actividades lúdicas a las que se dedicó Nerón en este contexto de crisis interna26Presenciar el entrenamiento de los atletas en el gimnasio (Suet. Nero 40.4), opíparas comidas, declamación de versos contra los rebeldes, espectáculos teatrales (Suet. Nero 42.2). En Casio Dion también encontramos a un Nerón compitiendo como atleta y más preocupado por cuidar su voz que por la sublevación (63.26). La apatía e indiferencia (segnitia) es uno de los rasgos característicos del malus princeps.. Pero todo esto no es más que otro rasgo del cliché de Nerón que ha calado en la historiografía, porque la inmediata reunión con los más influyentes de Roma nos muestra que Nerón estuvo a la altura de la situación. Estos personajes o bien formaron una especie de «gabinete de crisis» o bien fue una manera muy hábil por parte de Nerón de averiguar el pulso de la ciudad con respecto a Galba, del que el emperador ya sabría que había sido tanteado por Vindex, o incluso que ya contaba con apoyos en Roma. Aunque el gobernador de la Hispania citerior todavía no había tomado ninguna decisión oficial al respecto, el hecho de no haberle delatado le situaba en una situación muy comprometida con respecto al emperador27Plutarco refiere el rumor de que Galba no tomó en serio las cartas que recibió de Vindex antes de la sublevación y que tampoco le contó nada al emperador (Galb. 4.4).. Este comportamiento, unido al prestigio del viejo senador, fue suficiente para que Nerón empezase a tantear el grado de aceptación de quien, en caso de que el complot prosperase, podría ser un posible candidato al trono. En este contexto se debería situar, de ser cierta, la noticia que recoge Suetonio de los planes de Nerón para acabar con la vida de Galba28Suet. Gal. 9. Los procuradores a los que Nerón encargó el asesinato eran, en realidad, libertos imperiales que ejercían de agentes del fisco (Cosme, 2012: 21).. Según el biógrafo, el haberse convertido en uno de los objetivos de Nerón fue decisivo para unirse oficialmente a Vindex los días 2 o 4 de abril, de manera que el asesinato de Galba tuvo que ser planeado cuando al emperador le llegó la noticia de que las Galias se habían sublevado, es decir, en Neapolis y durante esos ocho días de apatía e indiferencia a los que se refiere Suetonio, y no cuando a mediados de abril conoció la defección de Galba29A este primer intento le siguió otro, pero después de ser aclamado por sus tropas. En esta ocasión, el plan provenía de un liberto de Nerón y lo iban a ejecutar unos esclavos que aquel había regalado a Galba (Suet. Gal. 10.5)..

En el escenario hispano, Galba se encontraba impartiendo justicia en Carthago Nova (Cartagena) cuando sobre las mismas fechas que Nerón, entre el 19 y 23 de marzo, tuvo conocimiento del comienzo de la sublevación en las Galias por un correo del gobernador de Aquitania, en el que este le pedía ayuda para enfrentarse a los rebeldes30Suet. Gal. 9. Es posible que a Galba la noticia le llegase unos días antes que a Nerón. Según el texto de Suetonio, primero recibe la petición de ayuda del gobernador de Aquitania, posiblemente fuese Betuo Cilón (Tac. Hist. 1.37; cf. Alföldy, 1969: 156, nº 62), y después la carta de Vindex, desde el corazón del conflicto; por otra parte, la distancia a recorrer entre la capital de Aquitania (Mediolanum Santonum, Saintes) y Carthago Nova era menor que entre Lugdunum –si es que partió de ahí el mensaje– y Neapolis.. Inmediatamente después recibió la segunda misiva de Vindex, en la que le ofrecía la ἡγεμονία y ponerse al frente del ejército de cien mil hombres que había reunido en las Galias, una cifra muy exagerada, como ya hemos comentado, pero que aseguraba a Galba un cierto margen de éxito31Plut. Galb. 4.3.. En palabras de Suetonio, le exhortaba a que se declarase humano generi assertorem ducemque32Suet. Gal. 9.. Antes de tomar una decisión, Plutarco refiere que lo consultó con sus amigos,33Plut. Galb. 4.3-4. la cohors amicorum con la que los gobernadores provinciales habitualmente discutían asuntos sobre la gestión de la provincia. Con todo, el mero hecho de plantearse qué postura tomar dejaba claro que Galba ya había tomado una decisión, la de unirse a Vindex34Así se lo expone Tito Vinio Rufino, legado de la VI Victrix (Plut. Galb. 4.4).. Aceptó la propuesta, una decisión que suponía el reconocimiento oficial de su deslealtad hacia Nerón y que se ha situado entre los días 2 y 4 de abril35Según Casio Dion, Galba gobernó nueve meses y trece días (64.6.52), si no sumamos los días de su aclamación y muerte el resultado es 2 de abril (Shotter 1975: 65), pero si los sumamos la fecha resultante es el 4 de abril (Flaig 1992: 250, n. 39)..

Comenzaban ahora los preparativos en las provincias hispanas. En primer lugar, una arenga en la que Galba no aceptaba el título de imperator, sino el de legatus Senatus ac Populi Romani36La puesta en escena que transmite Suetonio está ambientada en un contexto de ceremonia de manumisión y presenciada por efigies de condenados y ajusticiados por Nerón, además de por un joven de noble familia que fue traído del ámbito insular de las Baleares expresamente para esto (Gal. 10.1). En Plutarco también se hace referencia a un acto de liberación de esclavos (Galb. 5.2).; después suspendió toda actividad e inició el reclutamiento de efectivos para completar su escaso ejército37Contaba tan solo con una legión, la VI Victrix (Tac. Hist. 1.16), además de dos alas de caballería y tres cohortes (Suet. Gal. 10.2). La X Gemina había sido enviada en el año 63 a Carnuntum (ca. Petronell), para reemplazar a la XV Apollinaris, trasladada a Oriente para la expedición de Domicio Corbulón (Le Roux, 1982: 85). A las tropas con las que contaba se sumaban ahora la VII Galbiana, que después se llamaría VII Gemina, y tropas auxiliares como las dos cohortes Vasconum mencionadas por Tácito (Hist. 4.33), posiblemente una cohorte de astures y quizá se debería incluir el ala Sulpicia c. R., considerando su nombre. Es posible que pasase de unos nueve mil hombres a dieciocho o veinte mil (Le Roux, 1982: 132). Sobre la identificación de las dos alas de caballería con el ala Taurina y el ala Sulpicia, vid. San Vicente, 2007.; también instituyó una especie de senado con los personajes más influyentes y distinguidos38Suet. Gal. 10.2.. Y, al igual que antes había hecho Vindex, envío edictos a los gobernadores de otras provincias en los que les notificaba su resolución y les alentaba a unirse a él39Suet. Gal. 10.3.. Así lo hicieron Salvio Otón, gobernador de la Lusitania, y Cecina Alieno, cuestor de la Bética40Marco Salvio Otón: Suet. Otho 4; Tac. Hist. 1.13; Plut. Galb. 20.3-4. Aulo Cecina Alieno: Tac. Hist. 1.53.. Sin embargo, parecía que seguía reinando cierta incertidumbre entre las tropas de Galba,41Suet. Gal. 10.5. La vacilación de una de las dos alas de caballería era un indicio de que la fidelidad de sus tropas no estaba del todo garantizada. quizá por eso sustituyó su guardia personal de soldados por jóvenes del grupo ecuestre seleccionados por él mismo42Suet. Gal. 10.3.. Con esta medida conseguía, además, afianzar y ampliar su red clientelar en Hispania, una pieza muy importante en el engranaje de toda conspiración.

LOS EFECTIVOS MILITARES DE NERÓN

 

En torno a mediados de abril, quizá un poco antes, Nerón recibiría las primeras noticias de que las provincias hispanas secundaban la sublevación y,43Icelo recorre en siete días la distancia entre Roma y Clunia (Plut. Galb. 7), Carthago Nova está a una distancia muy similar, y dada la importancia de la noticia debemos suponer la misma rapidez, incluso menos días si fue por mar. aunque según Suetonio el emperador reaccionó maquinando atroces planes muy en consonancia con el cliché de monstrum que nos han transmitido las fuentes,44Entre estos planes estaba sustituir y asesinar a generales y gobernadores en activo, matar a los desterrados y a todos los galos que hubiese en Roma, etc. (Suet. Nero 43.1). en realidad su proceder fue muy hábil. A instancias suyas, por supuesto, el Senado declaró a Galba hostis y, en consecuencia, todos sus bienes fueron confiscados45Plut. Galb. 5.4.. Además, para tener el control absoluto de la situación, asumió en solitario el quinto consulado46Suet. Nero 43.2.. En principio Nerón no tenía nada que temer, los efectivos militares de los que podía disponer para sofocar la revuelta eran superiores a los de los rebeldes y no había indicios para dudar de su fidelidad al emperador47No debemos dar crédito a Suetonio cuando sostiene que las dificultades económicas obligaron a Nerón a aplazar la paga de los soldados (Suet. Nero 32.1), ya que, como afirma Talbert (1977: 72), estamos ante un topos de «un mal emperador» que también encontramos en Calígula (Suet. Cal. 38) y Domiciano (Suet. Dom. 12.1). Por otra parte, la narrativa de Tácito indica todo lo contrario, es decir, la disponibilidad de unas legiones del Rin bien pagadas y mantenidas (Tac. Hist. 1.51).. Por el contrario, Vindex estaba al frente de una provincia inermis,48En su provincia solo había una cohorte, estacionada en Lugdunum (cf. Hainsworth, 1962: 88), ciudad que, como ya hemos indicado antes, se había decantado por Nerón. las fuerzas que había reunido poco tenían que hacer frente a las entrenadas legiones romanas; el ejército de las provincias hispanas era muy escaso y al frente estaba un anciano septuagenario; los ejércitos de Oriente, muy ocupados con la revuelta de Judea, difícilmente apoyarían a los insurrectos49La sublevación de Judea, que ya iba para cuatro años, era en estos momentos un problema más apremiante (cf. Goodman, 2011 489-498).. En este contexto podría ser comprensible la indiferencia de Nerón, muy similar a la que mostró Tiberio ante el levantamiento del noble eduo Julio Sacrovir y del trévero Julio Floro en el año 2150Tac. Ann. 3.40-47. Fue un levantamiento protagonizado por las elites de la Lugdunense y de Galia Bélgica contra las medidas fiscales y reorganización provincial puestas en práctica por Tiberio.. Pero la indiferencia del último julio-claudio era más bien aparente, porque, aunque contaba con tropas más que suficientes y cercanas para sofocar la rebelión –las legiones del Rin–51El ejército del Rin representaba más de un cuarto de los efectivos militares del Imperio (Le Bohec, 2007: 169). recurrió a la I Italica, reclutada para la expedición a Armenia52Dio 55.24.2.; mandó regresar a destacamentos del Ilírico y de Alejandría53Tac. Hist. 1.6; 1.31; 1.70. Sobre estos efectivos militares, vid. Hallermann, 1963: 69; Raoss, 1960: 98, n. 2; Sancery, 1983: 54-55; Flaig, 1992: 226.; formó, además, una legión con los marineros de la flota de Misenum –la I Classica Adiutrix54Suet. Gal. 12.2; Tac. Hist. 1.6; Plut. Galb. 15.3-5. Su reconversión en legión no pudo ser antes de mediados de abril, porque el 8 de junio todavía no tenía su águila. Flaig (1992: 268, n. 113) fecha el inicio de esta reestructuración a comienzos de mayo, pero la legión se formó en octubre, así lo indican los diplomas que recogen la honesta missio de sus veteranos (Morgan, 2003: 507-514).; y, por último, intentó hacer levas entre la plebs urbana y exigió la entrega de un número determinado de los mejores esclavos a sus correspondientes dueños55Suet. Nero 44.. Realmente, las legiones de Germania superior al mando de Verginio Rufo eran más que suficientes para derrotar a Vindex y a Galba,56A su cargo estaban las legiones IV Macedonica, XXII Primigenia y XXI Rapax (Tac. Hist. 1.55); además de tropas auxiliares, quizá el ala Batavorum y una cohors I Belgica, así como contingentes de tréveros y lingones (Tac. Hist. 4.69) (Hallerman, 1963, 70). Le Roux (1994: 262) estima que el ejército de Veginio Rufo sumaría entre veintisiete mil y treinta mil hombres. pero desde que Vindex inició el levantamiento –mediados de marzo o antes– hasta el primer enfrentamiento armado –Vesontium, a finales de abril o mayo, o principios de junio– habían pasado varias semanas sin que las tropas del Rin realizasen movimiento alguno. Si a esta demora añadimos los rumores que circularían en relación con la adhesión a los rebeldes, rumores que perfectamente podrían referirse a la postura de las legiones de Germania y sus mandos, entonces no debería extrañar que Nerón albergase dudas sobre si Verginio Rufo habría seguido el mismo camino que Galba.

Es evidente que el legado de Germania superior, tanto por su proximidad como por las fuerzas a su mando, tuvo que ser uno de los primeros en ser sondeado por Vindex. Si esto fue así, Verginio Rufo conoció antes que Nerón los planes del gobernador de la Lugdunense y entonces existía la posibilidad de que el ejército acantonado en Germania superior se dirigiese a Italia y a la capital del Imperio, en lugar de a las Galias. Esto explicaría el celo de Nerón por armar Roma e Italia. A estas alturas del conflicto, sus protagonistas sabían que quien neutralizase o tuviese el apoyo de las legiones del Rin se haría con la victoria.

LA ÚNICA BATALLA: VESONTIUM Y/O LA DERROTA DE VINDEX

 

Así estaban las cosas cuando comenzaron los primeros movimientos de tropas, seguramente después de la adhesión de Galba, que sería conocida por Vindex casi al mismo tiempo que por Nerón, en torno al 10 de abril57Flaig (1992: 266) propone como muy pronto sobre el 11 de abril.. Los habitantes de Vienna, aliados de Vindex, asediaron Lugdunum, fiel a Nerón,58Tac. Hist. 1.65. Shotter (1975: 69) sitúa el asedio de Lugdunum a mediados de abril. que era también, y eso explicaría la iniciativa, un importante nudo de comunicaciones, terrestres y fluviales, y la sede de la ceca que acuñaba las monedas para pagar a los soldados59En Lugdunum estaban también las oficinas centrales de la organización financiera de las tres Galias y una cohorte urbana (Levick, 1985: 328, bibliografía en n. 50).. En respuesta a este primer movimiento, Verginio Rufo sitió Vesontium, la capital de los secuanos,60Un punto muy estratégico por ser la llave hacia la brecha de Belfort, donde se unían las cuencas fluviales del Rin y el Danubio, por lo tanto, la conexión de Lugdunum con el Rin y Germania. y Vindex no tardó en acudir en ayuda de la ciudad, acampando no muy lejos61Dio 63.24.. Es entonces cuando los epítomes a la obra de Casio Dion refieren que hubo un intercambio de misivas entre ambos líderes, incluso una «conferencia», sin testigo alguno, de la que se conjetura que se aliaron contra Nerón62Dio 63.24.2. En el frag. 91 del epítome de Juan de Antioquía (siglo VI), el pacto que ambos concluyeron suponía que Verginio Rufo se quedaba con el gobierno de las Galias, Hispania era para Vindex e Italia y el resto de las provincias para Galba.. Ningún otro autor alude a este acuerdo, por lo tanto, entraña cierto riesgo asumir como veraz tal alianza, sobre todo si tenemos en cuenta que sí que tuvo lugar una batalla junto a Besançon,63Evidencias de este enfrentamiento encontramos en Tac. Hist. 1.51 y en CIL V, 5702 (Besana in Brianza/Valle Guidino); posiblemente también en la inscripción dedicada a Júpiter por un saltuarius «por la salud y la victoria de Verginio Rufo» (ILS 982). entre finales de abril y finales de mayo o principios de junio64La primera opción es defendida por Levick (1985: 326), la segunda por Le Roux (1994: 267). Brunt (1959: 540-541), Warmington (1969: 16) y Shotter (1975: 79) proponen entre finales de abril y principios de mayo; Syme (1991: 515) comienzos de mayo; otros, como Hainsworth (1962: 86) y Daly (1975: 87) sugieren entre finales de mayo o principios de junio; Kraay (1949: 129) propone primera semana de junio. El hecho de que ninguna fuente recoja que Nerón, que murió el 9 de junio, tuvo noticias de la derrota de Vindex, nos llevaría a situar esta batalla en el mes de junio, poco antes de la muerte de Nerón. Sin embargo, es seguro que para entonces el último julio-claudio ya había perdido el consenso en Roma, de manera que apenas recibiría comunicados de lo que ocurría fuera de palacio.. Sin embargo, como veremos más adelante, acoplar la alianza de Vindex con Verginio Rufo o, lo que es lo mismo, la defección del segundo con el enfrentamiento armado de las tropas de uno y otro ha llevado a dar varias explicaciones del conflicto, que en Plutarco es una iniciativa de los mismos soldados y en Casio Dion fruto de un malentendido entre sus generales65Plut. Galb. 6.4; Dio 63.24.3.. La batalla fue una masacre y supuso la completa destrucción del ejército de Vindex, unos veinte mil hombres según Plutarco, así como el suicidio de su general66Plut. Galb. 6.4; Tac. Hist. 1.51; Dio 63.24.3-4.. Tras la batalla es muy probable que Verginio regresase a su cuartel general en Mogontiacum (Maguncia) (Shotter, 1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 69-70).

La derrota del gobernador de la Lugdunense no supuso el final del movimiento contra Nerón. Galba seguía en Hispania y, tras conocer el final de Vindex, se trasladó con sus tropas a Clunia (Peñalba de Castro, Burgos), no sin antes escribir una carta a Verginio Rufo en la que pedía su adhesión a una causa que había dejado de ser la de Vindex para pasar a ser la de Galba67Plut. Galb. 6.5-6. Suetonio refiere que estuvo a punto de suicidarse porque pensaba que todo estaba ya perdido (Gal. 11). En esta situación, Clunia le ofrece a Galba un lugar con una excelente ubicación geoestratégica y fácil de defender en caso de un ataque, conectado con las guarniciones del noroeste peninsular y con Aquitania, fiel a Vindex; y, además, lo suficientemente aislado y alejado como para tener tiempo de preparar, si fuese necesario, un ataque, y la huida (Le Roux, 1982: 134; Haley, 1992: 160).. Es evidente que el gobernador de la Citerior había tenido noticias de que el legado de Germania había sido aclamado emperador por sus tropas, antes y después de la batalla, y que este había rehusado68Así es en el caso de Plutarco (Galb. 6.1), en Casio Dion solo tras su victoria en Vesotium (63.25).. También Nerón tuvo que tener conocimiento de estos hechos, así como de los rumores, no confirmados, que circularían en torno al proceder de Verginio, unos rumores que condicionaron las medidas a tomar para defender su posición.

EL FINAL DE NERÓN

 

Apenas tenemos información sobre los movimientos de las tropas de Nerón. Flaig (1992Flaig, E. (1992): Den Kaiser herausfordern. Die Usurpation im römischen Reich. Frankfurt/Main, Campus Verlag.: 266-268), partidario de la defección de Verginio Rufo, presupone que, dada la lentitud de movimiento de las legiones, la primera medida que se pudo tomar fue la de bloquear el paso de los Alpes con el fin de ganar tiempo, de manera que las legiones que había mandado llamar llegasen a Italia con un margen suficiente como para poder defender a su emperador. Por supuesto, tal actuación cabe dentro de lo posible y podría explicar la reconversión de la flota del Misenum en una legión y las levas dentro de la propia Roma, entre la plebe y los esclavos69Suet. Nero 44.1.. Sin embargo, estas medidas, que podríamos calificar de desesperadas, también pudieron ser tomadas por Nerón para protegerse en la misma Roma. Si bien el movimiento se había iniciado en provincias, este sería seguido muy de cerca y, por supuesto, apoyado por los círculos de oposición a Nerón en la capital, de lo que es un indicio el que Helio viajase a Grecia para notificar a su emperador que una gran conspiración se estaba organizando contra él en Roma.70Dio 63.19.1.

La información que nos proporcionan las fuentes en relación con el último mes de la vida de Nerón no permite reconstruir ningún movimiento de tropas con exactitud. Y, en ocasiones, es muy difícil determinar si lo referido se debe situar antes o después de Vesontium. Sabemos, por ejemplo, que cuando se enteró de la proclamación de Galba y de la deserción de Verginio Rufo, mandó a Rubrio Gallo y a algunos otros contra los rebeldes71Dio 63.27. Llama la atención que la carrera de Rubrio Gallo continuase después (Tac. Hist. 2.51; 2.99), posiblemente porque se sumó al partido de Galba.. También envío a Petronio Turpiliano, quien en Casio Dion parece que abrazó la causa de Galba y en Plutarco no,72Dio 63.27.1ª; Plut. Galb. 15.2. siendo más probable lo segundo ya que su muerte fue ordenada por ser general de Nerón73Tac. Hist. 1.6. Quizá fue fiel a Nerón, pero no los tribunos y centuriones bajo su mando.. En Tácito hay indicios de que las tropas del Ilírico que Nerón había mandado llamar se pusieron en contacto con Verginio Rufo,74Tac. Hist. 1.9. Chilver (1957: 32), apoyándose en Tac. Hist. 2.11, sostiene que esto tuvo que ser tras la muerte de Nerón, porque la legio XIV era obstinately loyal to Nero. de manera que parece que en el mes de mayo y principios de junio existía un clima de sublevación generalizado, mucho más evidente pocos días antes de la muerte de Nerón, cuando este recibió la noticia de la defección de los restantes ejércitos75Suet. Nero 47.1..

El último julio-claudio había perdido el consenso, tanto en provincias como en Roma. Su desesperación le llevó a pedir a Locusta que le suministrase un veneno, después se dirigió a los jardines Servilianos, que estaban de camino hacia el puerto de Ostia (Ostia), a donde envió a sus más leales libertos para que tuviesen dispuesta la flota, pero ni los tribunos ni los centuriones de las tropas pretorianas mostraron intención de acompañarle y escoltarle en su huida, posiblemente hacia Alejandría76Suet. Nero 47.1-2; Dio 63.27.2. Suetonio menciona que, ante esta situación, Nerón se planteó otras opciones, como pedir ayuda a los partos, eternos enemigos de Roma; acercarse suplicante a Galba; o, incluso, pedir perdón públicamente por sus faltas y, si no lograba mantenerse en el trono, que, al menos, le dejasen el gobierno de Egipto (Suet. Nero 47.2).. Tal comportamiento era un indicio de que los pretorianos, aleccionados por su prefecto del pretorio, Ninfidio Sabino, habían entrado en el juego de «quitar y poner emperadores». Su actuación fue decisiva, porque mientras se propagaba el rumor de que Nerón había huido a Egipto, persuadió a los pretorianos de que le abandonasen y prestasen su apoyo a Galba, prometiéndoles para ello un donativo en su nombre77Plut. Galb. 2.1; Tac. Hist. 1.5; Dio 64.3.3.. A partir de este momento, Nerón tenía sus horas contadas, el Senado le retiró su guardia personal, le declaró hostis y nombró emperador a Galba78Suet. Nero 47/ 49; Dio 63.27.2b.. La noche del 8 al 9 de junio tampoco le abrieron las puertas sus amigos, de manera que al último julio-claudio solo le quedaba como opción la huida, y así lo hizo. Aprovechó la noche para abandonar Roma por la via Salaria y refugiarse en la finca que su liberto Faón poseía en las cercanías, y allí, a la mañana siguiente, se quitó la vida con la ayuda de su secretario Epafrodito79Suet. Nero 49; Dio 63.29.2. A partir del testimonio de Casio Dion (63.29.3) y Flavio Josefo (BJ 4.491) sobre la duración del reinado de Nerón y el tiempo transcurrido entre su muerte y la proclamación de Vespasiano, Reece (1969) ha determinado que Nerón vivió treinta años, cinco meses y veintiocho días, de manera que, según estos cálculos, moriría el 11 de junio. Según Suetonio, Nerón tenía treinta y dos años cuando murió (Nero 57)..

El final del último julio-claudio convertía a Galba en el primer usurpador que llegaba a ser emperador, y fuera de Roma, revelándose, como dice Tácito, un secreto del Principado, posse principem alibi quam Romae fieri80Tac. Hist. 1.4.. Una semana después Galba era informado por su liberto Icelo de que el Senado y el Pueblo de Roma le habían nombrado emperador81Plut. Galb. 7. En el relato de Suetonio, Icelo sigue en Roma cuando muere Nerón y es el que accede a cortarle la cabeza (Gal. 49.4).. Dos días más tarde de recibir esta noticia, otro emisario le comunicaba en detalle la decisión del Senado. Comenzaba para Galba un largo viaje de regreso a Roma, pero ahora como emperador.

CONCLUSIONES (TAB. 1)

 

A la luz de la información de que disponemos, no es fácil establecer fechas precisas en relación con el conflicto que puso fin al reinado de Nerón y a la dinastía Julio-Claudia, inaugurando un periodo de inestabilidad en el que Roma conoció cuatro emperadores en poco más de un año. Sin embargo, sí que se puede establecer el orden de sucesión de los acontecimientos que jalonaron el Bellum Neronis, del que es difícil, incluso, precisar cuándo se inició. Si bien se puede calcular a partir del momento en que Nerón recibió la noticia, la carga simbólica que esta fecha tiene –el aniversario del asesinato de su madre– nos impide precisar si fue a mediados de marzo o mucho antes. En cualquier caso, hay indicios suficientes como para establecer que en los últimos meses del año 67 algo estaba ocurriendo. Casio Dion y Filóstrato aluden al clima de desorden que reinaba en las Galias y Roma mientras Nerón estaba en Grecia; Helio envía mensajes a Nerón advirtiéndole de este clima subversivo, incluso viaja a Grecia a finales del año 67 para pedirle que regrese a Roma; y, por último, Nerón vuelve a Italia en torno a diciembre (vid. supra). Este panorama nos ha llevado a fijar agosto del 67 como el mes en el que se inician los preparativos, en el contexto del Concilium Galliarum que se reunía anualmente en las calendas de agosto. A partir de este punto Cayo Julio Vindex se convierte en líder de la sublevación, igual que años antes lo fueron otros Iulii galos, Julio Sacrovir y Julio Floro, que se levantaron contra Tiberio en el año 20. Los siguientes pasos eran claros, había que formar un ejército y contar con el apoyo o la no intervención de las provincias limítrofes militarizadas. Estos preparativos nos llevarían a los primeros meses del año 68, y a partir de aquí la única fecha que parece fuera de dudas es la adhesión de Galba a la revuelta gala, que capitaliza entre el 2 y el 4 de abril. A partir de entonces, y no antes, debemos situar los dos únicos escenarios bélicos de los que tenemos noticias: el asedio de Lugdunum por parte de Vindex, posiblemente a mediados de abril; el asedio de Vesontium como respuesta del legado de Germania superior, entre finales de abril y comienzos de mayo; y, por último, la batalla de Vesontium, que bien pudo ser a finales de mayo o principios de junio, ya que en ningún momento mencionan las fuentes que Nerón recibiese noticias de la victoria sobre el líder galo. Sin embargo, como ya hemos señalado, debemos tener en cuenta que el último julio-claudio había perdido el consenso, y que muchos de los correos destinados a él serían interceptados por aquellos que, muy cercanos a su persona, veían que los años de Nerón ya habían concluido, y que, claro está, habían apostado por Galba, un anciano septuagenario sin descendencia, la mejor solución para «un compás de espera».

Tabla 1 Sucesión de los acontecimientos del Bellum Neronis 
AÑO 67
Primeros pasos de la sublevación.Calendas de agosto.
Correspondencia de Vindex con los gobernadores de las provincias vecinas (primera carta a Galba).Finales de verano – otoño.
Mensajes de Helio a Nerón y viaje de Helio a GreciaFinales de año (¿octubre o noviembre?).
Regreso de Nerón a Italia.Antes del 1 de diciembre (Bradley, 1978Bradley, K. R. (1978): «The Chronology of Nero’s Visit to Greece A. D. 66/67». Latomus, 37: 61-72.: 72) Comienzos de diciembre (Schumann, 1930Schumann, G. (1930): Hellenistische und griechische Elemente in der Regierung Neros. Leipzig, Schwarzenberg & Schumann.: 67).
AÑO 68
Inicio del levantamiento de Vindex.Primera mitad del mes de marzo o antes.
14 – 18 de marzo (Le Roux, 1994Le Roux, P. (1994): «Mai 68 en Gaule», M.-M.Mactoux y É.Geny (eds.), Mélanges Pierre Lévêque 8, Religion, anthropologie et société. Paris, Les Belles Lettres: 259-274.: 264).
No más tarde de 14 de marzo (Levick, 1985Levick, B. M. (1985): «L. Verginius Rufus and the Four Emperors». Rheinisches Museum für Philologie, 127: 318-346.: 325, n. 36).
11 de marzo (Shotter, 1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 64).
15 de marzo (Hainsworth, 1962Hainsworth, J. B. (1962): «Verginius and Vindex». Historia, 11: 86-96.: 87).
El gobernador de Aquitania pide ayuda a Galba, que estaba en Carthago Nova.Una semana después de iniciada la rebelión.
Segunda carta de Vindex a Galba.Inmediatamente después de la llegada del correo del gobernador de Aquitania.
Nerón en Neapolis recibe la noticia de la sublevación.Entre el 19 y 23 de marzo, fiestas en honor a Minerva (Suet. Nero 40.4; Dio 63.26.1), quizá antes.
Nerón encarga el asesinato de Galba.Finales de marzo.
Regreso de Nerón a Roma.Comienzos de abril o poco antes.
Defección oficial de Galba.Entre el 2 y el 4 de abril.
Galba inicia los preparativos.Abril.
Nerón recibe la noticia de la defección de Galba.En torno a mediados de abril, quizá el día 10.
Vindex conoce la adhesión de Galba. En torno al 10. 11 de abril como muy pronto (Flaig, 1992Flaig, E. (1992): Den Kaiser herausfordern. Die Usurpation im römischen Reich. Frankfurt/Main, Campus Verlag.: 266).
AÑO 68
Asedio de Lugdunum.Mediados de abril (Shotter, 1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 69).
Verginio Rufo asedia Vesontium. Batalla de VesontiumEntre finales de abril y principios de mayo (Brunt, 1959Brunt, P. A. (1959): «The Revolt of Vindex and the Fall of Nero». Latomus, 18: 531-559.: 540-541; Warmington, 1969Warmington, B. H. (1969): Nero, Reality and Legend. London, Chatto & Windus Ltd.: 160; Shotter, 1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 79).
Comienzos de mayo (Syme, 1991Syme, R. (1991): «Vergenius Rufus», A.Birley (ed.), Roman Papers VII. Oxford, Oxford Clarendon Press: 512-520.: 515).
Entre finales de abril y finales de mayo (Levick, 1985Levick, B. M. (1985): «L. Verginius Rufus and the Four Emperors». Rheinisches Museum für Philologie, 127: 318-346.: 326).
Finales de mayo – principios de junio (Hainsworth, 1962Hainsworth, J. B. (1962): «Verginius and Vindex». Historia, 11: 86-96.: 86; Daly, 1975Daly, L. J. (1975): «Verginius at Vesontio: The Incongruity of Bellum Neronis». Historia, 24: 75-100.: 87).
Principios de junio (Kraay, 1949Kraay, C. M. (1949): «The Coinage of Vindex and Galba, A.D. 68, and the Continuity of the Augustan Principate». Numismatic Chronicle, 9: 129-149.: 129; Le Roux, 1994Le Roux, P. (1994): «Mai 68 en Gaule», M.-M.Mactoux y É.Geny (eds.), Mélanges Pierre Lévêque 8, Religion, anthropologie et société. Paris, Les Belles Lettres: 259-274.: 267).
Galba escribe a Verginio Rufo para que se una a su causa y se traslada a Clunia.Tras la derrota de Vesontium y la muerte de Vindex.
Ninfidio Sabino y los pretorianos aclaman emperador a Galba.8 de junio.
El Senado ratifica el nombramiento y declara a Nerón hostis.8 de junio.
Muerte de Nerón.9 de junio.
Icelo llega a Clunia para informar a Galba de la muerte de Nerón.En torno a mediados de junio.
Comunicación oficial de la decisión del Senado.Dos días después de la llegada de Icelo.

Fuente: elaboración propia.

Declaración de conflicto de intereses

 

La autora de este artículo declara no tener conflictos de intereses financieros, profesionales o personales que pudieran haber influido de manera inapropiada en este trabajo.

Declaración de contribución de autoría

 

Pepa Castillo Pascual: conceptualización, redacción - borrador original, visualización, supervisión, administración del proyecto.

BIBLIOGRAFÍA

 

1 

Alföldy, G. (1969): Fasti Hispanienses. Senatorische Reichsbeamte und Offiziere in den spanischen Provinzen des römischen Reiches von Augustus bis Diokletian. Wiesbaden, Steiner.

2 

Bradley, K. R. (1978): «The Chronology of Nero’s Visit to Greece A. D. 66/67». Latomus, 37: 61-72.

3 

Brunt, P. A. (1959): «The Revolt of Vindex and the Fall of Nero». Latomus, 18: 531-559.

4 

Chilver, G. E. F. (1957): «The Army in Politics, AD 68-70». The Journal of Roman Studies, 47: 29-35. https://doi.org/10.2307/298562

5 

Daly, L. J. (1975): «Verginius at Vesontio: The Incongruity of Bellum Neronis». Historia, 24: 75-100.

6 

Drinkwater, J. F. (1983): Roman Gaul. The Three Provinces, 58 BC-AD 260. London, Croom Helm.

7 

Flaig, E. (1992): Den Kaiser herausfordern. Die Usurpation im römischen Reich. Frankfurt/Main, Campus Verlag.

8 

Goodman, M. (2011): Rome et Jérusalem. Le choc de deux civilisations. Paris, Perrin.

9 

Hainsworth, J. B. (1962): «Verginius and Vindex». Historia, 11: 86-96.

10 

Haley, E. W. (1992): «Clunia, Galba and the Events of 68-69». Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik, 91: 159-164.

11 

Hallermann, B. (1963): Untersuchungen zu den Truppenbewegungen in den Jahren 68/ 9 n. Chr. Diss. Würzburg.

12 

Jullian, C. (1920): Histoire de la Gaule. IV. Le gouvernement de Rome. Paris, Librairie Hachette.

13 

Kraay, C. M. (1949): «The Coinage of Vindex and Galba, A.D. 68, and the Continuity of the Augustan Principate». Numismatic Chronicle, 9: 129-149.

14 

Le Bohec, Y. (2007): L’armeée romaine en Afrique et en Gaule. Stuttgart, F. Steiner.

15 

Le Roux, P. (1994): «Mai 68 en Gaule», M.-M. Mactoux y É. Geny (eds.), Mélanges Pierre Lévêque 8, Religion, anthropologie et société. Paris, Les Belles Lettres: 259-274.

16 

Le Roux, P. (1982): L’armée romaine et l’organisation des provinces ibériques d’Auguste à l’invasion de 409. Paris, De Boccard.

17 

Levick, B. M. (1985): «L. Verginius Rufus and the Four Emperors». Rheinisches Museum für Philologie, 127: 318-346.

18 

Morgan, G. (2003): «Galba, the Massacre of the Marines, and the Formation of Legion Adiutrix». Athenaeum, 91: 491-515.

19 

Murison, Ch. L. (1993): Galba, Otho and Vitellius: Careers and Controversies. Hildesheim, Olms.

20 

Pflaum, H.-G. (1948): Le marbre de Thorigny. Paris, Champio.

21 

Ramsay, A. M. (1925): «The Speed of the Roman Imperial Post». The Journal of Roman Studies, 15: 60-74. https://doi.org/10.2307/295601

22 

Raoss, M. (1960): «La rivolta di Vindice ed il successo di Galba». Epigraphica, 22: 37-151.

23 

Reynolds, J. M. y Ward Perkins, J. B. (1952): The Inscriptions of Roman Tripolitania. Rome, British School.

24 

San Vicente, J. I. (2007): «Galba, el ala Tauriana y el ala Sulpicia». Hispania Antiqua, 31: 87-110.

25 

Sancery, J. (1983): Galba ou l’armée face au pouvoir. Paris, Les Belles Lettres.

26 

Schumann, G. (1930): Hellenistische und griechische Elemente in der Regierung Neros. Leipzig, Schwarzenberg & Schumann.

27 

Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.

28 

Syme, R. (1991): «Vergenius Rufus», A.Birley (ed.), Roman Papers VII. Oxford, Oxford Clarendon Press: 512-520.

29 

Talbert, R. J. A. (1977): «Some Causes of Disorder in AD 68-9». American Journal of Ancient History, 2: 69-85. https://doi.org/10.31826/9781463237196-008

30 

Warmington, B. H. (1969): Nero, Reality and Legend. London, Chatto & Windus Ltd.

NOTAS

 
1 

Tac. Hist. 1.70; 2.27.

2 

Suet. Nero 49.2-4.

3 

Para la sucesión de los acontecimientos se han tenido en cuenta a Suetonio (Nero 40-49; Gal. 9-11), Plutarco (Galb. 4-10) y Casio Dion (63.22-29), principalmente. Las fechas que se proponen son aproximadas, algunas de ellas se basan en los cálculos de distancias recorridas por los correos imperiales propuestos por Ramsay (1925Ramsay, A. M. (1925): «The Speed of the Roman Imperial Post». The Journal of Roman Studies, 15: 60-74. 10.2307/295601): 100 – 150 millas (148 – 222 km) en una jornada de 24 horas, en el caso de mensajes urgentes.

4 

Dio 63.12; 63.18.2.

5 

Suet. Nero 23.1; Dio 63.19.1.

6 

Suet. Nero 40.4; cfr. Dio. 63.26.1. La muerte de Agripina tuvo lugar en el año 59 en el trascurso de este festival, al que fue invitada por Nerón (Tac. Ann. 14.4; Suet. Nero, 34.2).

7 

Tac. Ann. 14.5.

8 

Jos. BJ 4.440-442. Ejemplos de esta demora en función del estado del mar en Ramsay 1925Ramsay, A. M. (1925): «The Speed of the Roman Imperial Post». The Journal of Roman Studies, 15: 60-74. 10.2307/295601: 69-71.

9 

Dio 63.22.1a; Philostr. VA 5.10.

10 

Vid. n. 4.

11 

Tac. Hist. 2.94. No sabemos nada de ninguno de ellos, que formarían parte de οἱ δυνατοὶ τῶν ἐπιχωρίων mencionados por Flavio Josefo (BJ 4.440).

12 

Los primores Galliarum a los que se refiere Tácito en varias ocasiones (Ann. 11.23; Hist. 4.54).

13 

Una evidencia es la defensa que a comienzos del siglo III hizo Tito Sennio Solemne, sacerdote de Roma y Augusto, del gobernador de la Lugdunense, Claudio Paulino, frente a las acusaciones de los miembros de este consejo (CIL XIII, 3162; ILTG 341; Aregenua – Vieux). Sobre esta inscripción, vid. Pflaum 1948. De la asamblea provincial partió la petición a Claudio de extender a la aristocracia gala el ius honorum (Tac. Ann. 11.23-25).

14 

En relación con las funciones de este organismo, vid. Jullian, 1921Jullian, C. (1920): Histoire de la Gaule. IV. Le gouvernement de Rome. Paris, Librairie Hachette.: 443-446; Drinkwater, 1983Drinkwater, J. F. (1983): Roman Gaul. The Three Provinces, 58 BC-AD 260. London, Croom Helm.: 111-114.

15 

Esta cifra de Plutarco (Galb. 4.3) es algo exagerada, sobre todo si tenemos en cuenta que en la batalla de Vesontium (Besançon) Tácito dice que todo su ejército fue aniquilado (Hist. 1.51) y el mismo Plutarco puntualiza que allí perdió 20.000 hombres (Galb. 6.3) (Brunt, 1959Brunt, P. A. (1959): «The Revolt of Vindex and the Fall of Nero». Latomus, 18: 531-559.: 532). Con todo, tal y como afirma Syme (1991Syme, R. (1991): «Vergenius Rufus», A.Birley (ed.), Roman Papers VII. Oxford, Oxford Clarendon Press: 512-520.: 514), el número sería elevado, al contar con la adhesión de otros líderes galos y sus correspondientes clientes y siervos.

16 

Tac. Hist. 1.51; 1.65; 4.17.

17 

Así lo deduce Shotter (1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 62) a partir de Tácito, quien refiere que Fonteyo Capitón, gobernador de Germania inferior, mató a un líder bátavo, Claudio Paulo, y envío a otro, Julio Civilis, con cadenas a Nerón (Tac. Hist. 4.13).

18 

Tac. Hist. 1.65; 1.51; 1.53; 4.69.

19 

Tac. Ann. 16.13.

20 

Str. 4.11; Sen. Epist. 91.14; Dio 46.50.4.

21 

Suet. Gal. 9.2. Un indicio del apoyo de la Narbonense es el cargo de praefectus orae maritimae Hispaniae citerioris Galliae Narbonensis, creado bello qu[od] Imp(erator) G[a]lba pro [rep(ublica)] gessit (Reynolds – Ward Perkins, 1952Reynolds, J. M. y Ward Perkins, J. B. (1952): The Inscriptions of Roman Tripolitania. Rome, British School., nº 537), para estar al frente de la flota que vigilaría el arco costero formado por estas dos provincias frente a la flota de Misenum (Miseno) o posibles desembarcos de tropas de Nerón.

22 

Plut. Galb. 4.4.

23 

Suet. Nero 25.

24 

Suet. Nero 41.

25 

Suet. Nero 41.2. Lo mismo encontramos en Casio Dion, aquí Nerón reúne a los πρώτους τῶν βουλευτῶν καὶ τῶν ἱππέων, no para debatir sobre temas políticos, sino para comunicarles que había descubierto como un órgano de agua podía producir tonos más fuertes y musicales (63.26.4-5).

26 

Presenciar el entrenamiento de los atletas en el gimnasio (Suet. Nero 40.4), opíparas comidas, declamación de versos contra los rebeldes, espectáculos teatrales (Suet. Nero 42.2). En Casio Dion también encontramos a un Nerón compitiendo como atleta y más preocupado por cuidar su voz que por la sublevación (63.26). La apatía e indiferencia (segnitia) es uno de los rasgos característicos del malus princeps.

27 

Plutarco refiere el rumor de que Galba no tomó en serio las cartas que recibió de Vindex antes de la sublevación y que tampoco le contó nada al emperador (Galb. 4.4).

28 

Suet. Gal. 9. Los procuradores a los que Nerón encargó el asesinato eran, en realidad, libertos imperiales que ejercían de agentes del fisco (Cosme, 2012: 21).

29 

A este primer intento le siguió otro, pero después de ser aclamado por sus tropas. En esta ocasión, el plan provenía de un liberto de Nerón y lo iban a ejecutar unos esclavos que aquel había regalado a Galba (Suet. Gal. 10.5).

30 

Suet. Gal. 9. Es posible que a Galba la noticia le llegase unos días antes que a Nerón. Según el texto de Suetonio, primero recibe la petición de ayuda del gobernador de Aquitania, posiblemente fuese Betuo Cilón (Tac. Hist. 1.37; cf. Alföldy, 1969Alföldy, G. (1969): Fasti Hispanienses. Senatorische Reichsbeamte und Offiziere in den spanischen Provinzen des römischen Reiches von Augustus bis Diokletian. Wiesbaden, Steiner.: 156, nº 62), y después la carta de Vindex, desde el corazón del conflicto; por otra parte, la distancia a recorrer entre la capital de Aquitania (Mediolanum Santonum, Saintes) y Carthago Nova era menor que entre Lugdunum –si es que partió de ahí el mensaje– y Neapolis.

31 

Plut. Galb. 4.3.

32 

Suet. Gal. 9.

33 

Plut. Galb. 4.3-4.

34 

Así se lo expone Tito Vinio Rufino, legado de la VI Victrix (Plut. Galb. 4.4).

35 

Según Casio Dion, Galba gobernó nueve meses y trece días (64.6.52), si no sumamos los días de su aclamación y muerte el resultado es 2 de abril (Shotter 1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 65), pero si los sumamos la fecha resultante es el 4 de abril (Flaig 1992Flaig, E. (1992): Den Kaiser herausfordern. Die Usurpation im römischen Reich. Frankfurt/Main, Campus Verlag.: 250, n. 39).

36 

La puesta en escena que transmite Suetonio está ambientada en un contexto de ceremonia de manumisión y presenciada por efigies de condenados y ajusticiados por Nerón, además de por un joven de noble familia que fue traído del ámbito insular de las Baleares expresamente para esto (Gal. 10.1). En Plutarco también se hace referencia a un acto de liberación de esclavos (Galb. 5.2).

37 

Contaba tan solo con una legión, la VI Victrix (Tac. Hist. 1.16), además de dos alas de caballería y tres cohortes (Suet. Gal. 10.2). La X Gemina había sido enviada en el año 63 a Carnuntum (ca. Petronell), para reemplazar a la XV Apollinaris, trasladada a Oriente para la expedición de Domicio Corbulón (Le Roux, 1982Le Roux, P. (1982): L’armée romaine et l’organisation des provinces ibériques d’Auguste à l’invasion de 409. Paris, De Boccard.: 85). A las tropas con las que contaba se sumaban ahora la VII Galbiana, que después se llamaría VII Gemina, y tropas auxiliares como las dos cohortes Vasconum mencionadas por Tácito (Hist. 4.33), posiblemente una cohorte de astures y quizá se debería incluir el ala Sulpicia c. R., considerando su nombre. Es posible que pasase de unos nueve mil hombres a dieciocho o veinte mil (Le Roux, 1982Le Roux, P. (1982): L’armée romaine et l’organisation des provinces ibériques d’Auguste à l’invasion de 409. Paris, De Boccard.: 132). Sobre la identificación de las dos alas de caballería con el ala Taurina y el ala Sulpicia, vid. San Vicente, 2007San Vicente, J. I. (2007): «Galba, el ala Tauriana y el ala Sulpicia». Hispania Antiqua, 31: 87-110..

38 

Suet. Gal. 10.2.

39 

Suet. Gal. 10.3.

40 

Marco Salvio Otón: Suet. Otho 4; Tac. Hist. 1.13; Plut. Galb. 20.3-4. Aulo Cecina Alieno: Tac. Hist. 1.53.

41 

Suet. Gal. 10.5. La vacilación de una de las dos alas de caballería era un indicio de que la fidelidad de sus tropas no estaba del todo garantizada.

42 

Suet. Gal. 10.3.

43 

Icelo recorre en siete días la distancia entre Roma y Clunia (Plut. Galb. 7), Carthago Nova está a una distancia muy similar, y dada la importancia de la noticia debemos suponer la misma rapidez, incluso menos días si fue por mar.

44 

Entre estos planes estaba sustituir y asesinar a generales y gobernadores en activo, matar a los desterrados y a todos los galos que hubiese en Roma, etc. (Suet. Nero 43.1).

45 

Plut. Galb. 5.4.

46 

Suet. Nero 43.2.

47 

No debemos dar crédito a Suetonio cuando sostiene que las dificultades económicas obligaron a Nerón a aplazar la paga de los soldados (Suet. Nero 32.1), ya que, como afirma Talbert (1977Talbert, R. J. A. (1977): «Some Causes of Disorder in AD 68-9». American Journal of Ancient History, 2: 69-85. 10.31826/9781463237196-008: 72), estamos ante un topos de «un mal emperador» que también encontramos en Calígula (Suet. Cal. 38) y Domiciano (Suet. Dom. 12.1). Por otra parte, la narrativa de Tácito indica todo lo contrario, es decir, la disponibilidad de unas legiones del Rin bien pagadas y mantenidas (Tac. Hist. 1.51).

48 

En su provincia solo había una cohorte, estacionada en Lugdunum (cf. Hainsworth, 1962Hainsworth, J. B. (1962): «Verginius and Vindex». Historia, 11: 86-96.: 88), ciudad que, como ya hemos indicado antes, se había decantado por Nerón.

49 

La sublevación de Judea, que ya iba para cuatro años, era en estos momentos un problema más apremiante (cf. Goodman, 2011Goodman, M. (2011): Rome et Jérusalem. Le choc de deux civilisations. Paris, Perrin. 489-498).

50 

Tac. Ann. 3.40-47. Fue un levantamiento protagonizado por las elites de la Lugdunense y de Galia Bélgica contra las medidas fiscales y reorganización provincial puestas en práctica por Tiberio.

51 

El ejército del Rin representaba más de un cuarto de los efectivos militares del Imperio (Le Bohec, 2007Le Bohec, Y. (2007): L’armeée romaine en Afrique et en Gaule. Stuttgart, F. Steiner.: 169).

52 

Dio 55.24.2.

53 

Tac. Hist. 1.6; 1.31; 1.70. Sobre estos efectivos militares, vid. Hallermann, 1963Hallermann, B. (1963): Untersuchungen zu den Truppenbewegungen in den Jahren 68/ 9 n. Chr. Diss. Würzburg.: 69; Raoss, 1960Raoss, M. (1960): «La rivolta di Vindice ed il successo di Galba». Epigraphica, 22: 37-151.: 98, n. 2; Sancery, 1983Sancery, J. (1983): Galba ou l’armée face au pouvoir. Paris, Les Belles Lettres.: 54-55; Flaig, 1992Flaig, E. (1992): Den Kaiser herausfordern. Die Usurpation im römischen Reich. Frankfurt/Main, Campus Verlag.: 226.

54 

Suet. Gal. 12.2; Tac. Hist. 1.6; Plut. Galb. 15.3-5. Su reconversión en legión no pudo ser antes de mediados de abril, porque el 8 de junio todavía no tenía su águila. Flaig (1992Flaig, E. (1992): Den Kaiser herausfordern. Die Usurpation im römischen Reich. Frankfurt/Main, Campus Verlag.: 268, n. 113) fecha el inicio de esta reestructuración a comienzos de mayo, pero la legión se formó en octubre, así lo indican los diplomas que recogen la honesta missio de sus veteranos (Morgan, 2003Morgan, G. (2003): «Galba, the Massacre of the Marines, and the Formation of Legion Adiutrix». Athenaeum, 91: 491-515.: 507-514).

55 

Suet. Nero 44.

56 

A su cargo estaban las legiones IV Macedonica, XXII Primigenia y XXI Rapax (Tac. Hist. 1.55); además de tropas auxiliares, quizá el ala Batavorum y una cohors I Belgica, así como contingentes de tréveros y lingones (Tac. Hist. 4.69) (Hallerman, 1963Hallermann, B. (1963): Untersuchungen zu den Truppenbewegungen in den Jahren 68/ 9 n. Chr. Diss. Würzburg., 70). Le Roux (1994Le Roux, P. (1994): «Mai 68 en Gaule», M.-M.Mactoux y É.Geny (eds.), Mélanges Pierre Lévêque 8, Religion, anthropologie et société. Paris, Les Belles Lettres: 259-274.: 262) estima que el ejército de Veginio Rufo sumaría entre veintisiete mil y treinta mil hombres.

57 

Flaig (1992Flaig, E. (1992): Den Kaiser herausfordern. Die Usurpation im römischen Reich. Frankfurt/Main, Campus Verlag.: 266) propone como muy pronto sobre el 11 de abril.

58 

Tac. Hist. 1.65. Shotter (1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 69) sitúa el asedio de Lugdunum a mediados de abril.

59 

En Lugdunum estaban también las oficinas centrales de la organización financiera de las tres Galias y una cohorte urbana (Levick, 1985Levick, B. M. (1985): «L. Verginius Rufus and the Four Emperors». Rheinisches Museum für Philologie, 127: 318-346.: 328, bibliografía en n. 50).

60 

Un punto muy estratégico por ser la llave hacia la brecha de Belfort, donde se unían las cuencas fluviales del Rin y el Danubio, por lo tanto, la conexión de Lugdunum con el Rin y Germania.

61 

Dio 63.24.

62 

Dio 63.24.2. En el frag. 91 del epítome de Juan de Antioquía (siglo VI), el pacto que ambos concluyeron suponía que Verginio Rufo se quedaba con el gobierno de las Galias, Hispania era para Vindex e Italia y el resto de las provincias para Galba.

63 

Evidencias de este enfrentamiento encontramos en Tac. Hist. 1.51 y en CIL V, 5702 (Besana in Brianza/Valle Guidino); posiblemente también en la inscripción dedicada a Júpiter por un saltuarius «por la salud y la victoria de Verginio Rufo» (ILS 982).

64 

La primera opción es defendida por Levick (1985Levick, B. M. (1985): «L. Verginius Rufus and the Four Emperors». Rheinisches Museum für Philologie, 127: 318-346.: 326), la segunda por Le Roux (1994Le Roux, P. (1994): «Mai 68 en Gaule», M.-M.Mactoux y É.Geny (eds.), Mélanges Pierre Lévêque 8, Religion, anthropologie et société. Paris, Les Belles Lettres: 259-274.: 267). Brunt (1959Brunt, P. A. (1959): «The Revolt of Vindex and the Fall of Nero». Latomus, 18: 531-559.: 540-541), Warmington (1969Warmington, B. H. (1969): Nero, Reality and Legend. London, Chatto & Windus Ltd.: 16) y Shotter (1975Shotter, D. C. A. (1975): «A Timetable for the Bellum Neronis». Historia, 24: 59-74.: 79) proponen entre finales de abril y principios de mayo; Syme (1991Syme, R. (1991): «Vergenius Rufus», A.Birley (ed.), Roman Papers VII. Oxford, Oxford Clarendon Press: 512-520.: 515) comienzos de mayo; otros, como Hainsworth (1962Hainsworth, J. B. (1962): «Verginius and Vindex». Historia, 11: 86-96.: 86) y Daly (1975Daly, L. J. (1975): «Verginius at Vesontio: The Incongruity of Bellum Neronis». Historia, 24: 75-100.: 87) sugieren entre finales de mayo o principios de junio; Kraay (1949Kraay, C. M. (1949): «The Coinage of Vindex and Galba, A.D. 68, and the Continuity of the Augustan Principate». Numismatic Chronicle, 9: 129-149.: 129) propone primera semana de junio. El hecho de que ninguna fuente recoja que Nerón, que murió el 9 de junio, tuvo noticias de la derrota de Vindex, nos llevaría a situar esta batalla en el mes de junio, poco antes de la muerte de Nerón. Sin embargo, es seguro que para entonces el último julio-claudio ya había perdido el consenso en Roma, de manera que apenas recibiría comunicados de lo que ocurría fuera de palacio.

65 

Plut. Galb. 6.4; Dio 63.24.3.

66 

Plut. Galb. 6.4; Tac. Hist. 1.51; Dio 63.24.3-4.

67 

Plut. Galb. 6.5-6. Suetonio refiere que estuvo a punto de suicidarse porque pensaba que todo estaba ya perdido (Gal. 11). En esta situación, Clunia le ofrece a Galba un lugar con una excelente ubicación geoestratégica y fácil de defender en caso de un ataque, conectado con las guarniciones del noroeste peninsular y con Aquitania, fiel a Vindex; y, además, lo suficientemente aislado y alejado como para tener tiempo de preparar, si fuese necesario, un ataque, y la huida (Le Roux, 1982Le Roux, P. (1982): L’armée romaine et l’organisation des provinces ibériques d’Auguste à l’invasion de 409. Paris, De Boccard.: 134; Haley, 1992Haley, E. W. (1992): «Clunia, Galba and the Events of 68-69». Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik, 91: 159-164.: 160).

68 

Así es en el caso de Plutarco (Galb. 6.1), en Casio Dion solo tras su victoria en Vesotium (63.25).

69 

Suet. Nero 44.1.

70 

Dio 63.19.1.

71 

Dio 63.27. Llama la atención que la carrera de Rubrio Gallo continuase después (Tac. Hist. 2.51; 2.99), posiblemente porque se sumó al partido de Galba.

72 

Dio 63.27.1ª; Plut. Galb. 15.2.

73 

Tac. Hist. 1.6. Quizá fue fiel a Nerón, pero no los tribunos y centuriones bajo su mando.

74 

Tac. Hist. 1.9. Chilver (1957Chilver, G. E. F. (1957): «The Army in Politics, AD 68-70». The Journal of Roman Studies, 47: 29-35. 10.2307/298562: 32), apoyándose en Tac. Hist. 2.11, sostiene que esto tuvo que ser tras la muerte de Nerón, porque la legio XIV era obstinately loyal to Nero.

75 

Suet. Nero 47.1.

76 

Suet. Nero 47.1-2; Dio 63.27.2. Suetonio menciona que, ante esta situación, Nerón se planteó otras opciones, como pedir ayuda a los partos, eternos enemigos de Roma; acercarse suplicante a Galba; o, incluso, pedir perdón públicamente por sus faltas y, si no lograba mantenerse en el trono, que, al menos, le dejasen el gobierno de Egipto (Suet. Nero 47.2).

77 

Plut. Galb. 2.1; Tac. Hist. 1.5; Dio 64.3.3.

78 

Suet. Nero 47/ 49; Dio 63.27.2b.

79 

Suet. Nero 49; Dio 63.29.2. A partir del testimonio de Casio Dion (63.29.3) y Flavio Josefo (BJ 4.491) sobre la duración del reinado de Nerón y el tiempo transcurrido entre su muerte y la proclamación de Vespasiano, Reece (1969) ha determinado que Nerón vivió treinta años, cinco meses y veintiocho días, de manera que, según estos cálculos, moriría el 11 de junio. Según Suetonio, Nerón tenía treinta y dos años cuando murió (Nero 57).

80 

Tac. Hist. 1.4.

81 

Plut. Galb. 7. En el relato de Suetonio, Icelo sigue en Roma cuando muere Nerón y es el que accede a cortarle la cabeza (Gal. 49.4).